Aleister Crowley y su minime








Eran las 5 am en Escocia. Aleister Crowley llevaba años planeando hacer que los señores de la oscuridad sirvieran al bien. Había visto en sus visiones la imagen de tres hombres: de un hombre Indio, delgado, con aspecto bonachón; de un hombre negro peleando por los derechos de su comunidad y de un latinoamericano que usaba una boina y hablaba de la revolución…














Crowley, además  había estado manteniendo diversas comunicaciones con su ángel guardián el cual estaba supremamente preocupado por su comportamiento pero a él no le importaba. El era feliz hablando con su ángel guardián, eso era lo único valioso.

En la tarde; Crowley tomo un vaso de whisky vacío y las velas usadas la noche anterior. Ahora él las pondría alrededor del circulo profano. Disponiéndose a practicar la técnica de respiración yóguica  se adentro en el portal del cuarto oscuro de la noche anterior; después de horas que parecieron minutos Crowley se sintió diluido en la nada, como si la gravedad hubiese desaparecido ante sus ojos extasiados y ante la ligereza de su cuerpo que ahora flotaba.  Sintió un zumbido desgarrador en el vacío experimentado lo que le obligo a taparse los oídos. Al parecer había una pantalla de cine, en ella se encontraba la portada de Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club Band, editado por los Beatles.  



La música de Led Zeppeling comenzó a sonar. Asomado en la entrada de su casa, "la Boleskine"; vio a Jimmy Page caminando hacia el lago Ness. Cerró la puerta con un poco de asombro y encontró en el comedor a dos hombres sentados comiéndose su pavo fresco con espárragos. Eran Ozzy Osbourne y  Bruce Dickinson quienes al verlo  lo saludaron  estrepitosamente;   lo cual le  causo mucha gracia, pero lo dejo sin ganas de responderles. De pie, cerca de la puerta de la cocina salió un hombre delgado con aspecto inglés. En el delantal; llevaba un distintivo que decía Joy División. En tono un poco burlesco saluda al mago y le advierte:

Listen! Listen! ¡Listen! to the silence, let it ring on
Eyes, dark grey lenses frightened of the sun
We would have a fine time living in the night
Left to blind destruction
Waiting for our sight

Escucha! Escucha! Escucha! el silencio, déjalo sonar.
Ojos, lentes grises oscuros asustados del sol.
Nos divertiríamos mucho viviendo en la noche.
 Dejado a la destrucción ciega, esperando nuestra vista.

Aleister tomó una galleta horneada del plato del “chef” se dirigió al vestíbulo y luego al dormitorio principal en el segundo piso. Su cuarto tenía las luces prendidas y se sorprendió al ver una chica de ojos grandes con aspecto latino. Sentada cerca al balcón, ella sonrió y le advirtió lo que el ángel guardián le había dicho, "Crowley debía sellar la ceremonia haciendo  un pequeño muñeco de  él; para que desde allí  controlara  a los demonios, las fuerzas del mal, y  a todos los recuerdos dañinos de la infancia que pasó con su madre, quién lo llamaba La gran bestia 666 ”. Crowley se acercó a la chica, le tocó el cabello y la beso en la frente. Luego le susurro muy cerca: -“no te preocupes, lo haremos”. Estando en la terraza sintió la presencia de las entidades malignas. Ellas hicieron la señal de saludo, en la arena que el mago había puesto en el piso la noche anterior.

El teléfono sonó, sonaba incesantemente, el mago tuvo que contestar y dejar el rito de iniciación en espera. Era un empleado público que lo llamaba con urgencia para solicitarle unos documentos y una entrevista con el gobernador esa misma tarde. Crowley se resistió cortésmente; se negó una y otra vez a la cita prevista; así que el gobernador apareció en el teléfono y con tono imperativo le solicito hacerlo, recordándole cuáles serían las consecuencias; por lo que Crowley tranquilizo al exasperado funcionario y le dijo que allí estaría.

 Se cayó la llamada y con ella Crowley.  Dos metros de distancia dolorosos tras haber levitado tres horas en el cuarto oscuro. Le dolía la espalda, pero sabía que tenía que ayudarles a resolver el caso urgentemente. Dejo las ventanas y las puertas de su casa abiertas pero además dejó abierto el portal. Pronto las entidades del mal se apoderaron de la Boleskine House y ahora él y su esposa y todo aquel que habitará la casa no volverían a ser igual (...) El lado bueno de Crowley, el que quería controlar las fuerzas del mal para hacer el bien, había desaparecido.

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